Ante la duda si ofrecerle de una vez hosting (y en ocasiones hasta dominio) a quien le estás desarrollando un sitio web, o si dejar que lo adquiera por su cuenta, o incluso seguir trabajando con el proveedor de alojamiento que ya trae (si es el caso), lo primero que viene a la mente es «voy a ofrecerle un paquete completo», y además así tienes un ingreso extra periódicamente, cada vez que le toque renovar hosting y/o dominio, si lo contrata a través de tí.

Pero… ¿y si te pasa algo, si te enfermas, si decides en algún momento que este negocio ya no es lo tuyo, si te aburres de hacer y administrar páginas, si la relación con tu cliente se torna insoportable….etc, etc, etc.??? Como ves hay posibles escenarios que quizás ahora no veas, y nuestro propósito es mostrártelos, para que evalúes y finalmente tomes la decisión que consideres más te conviene.

Veamos los pro y contras de cada caso…

Ofrecerle directamente hosting/dominio al cliente

                PROS

• Tendrás una entrada extra al renovar esos servicios, si decides agregarle un porcentaje a lo que cobra el proveedor.
• Te aseguras de ofrecerle la mejor opción que tú consideres, ya que tienes mejores criterios de selección que el cliente, en ese sentido.
• Tienes un mayor control en caso de que surja cualquier posible inconveniente relacionado al desarrollo o mantenimiento del sitio web en cuestión, sobre todo si el cliente se atrasa o incumple los pagos del trabajo realizado (¡no podrá escaparse con la web no paga!).
• Puedes manejarte con mayor precisión y comodidad al contar con proveedores de alojamiento/dominio que ya conoces.

                CONTRAS

• El proveedor de hosting/dominio te va a facturar directamente a ti, y tu a su vez al cliente, el primero no va a entender ni responder por retrasos en el segundo, y eso te puede causar incomodidades.
• Somos humanos, podemos enfermarnos, estar de vacaciones, ausentarnos por cualquier motivo, y si en ese período toca renovar servicios, o surgen inconvenientes técnicos con los mismos, te va a incomodar el que tengas que dejar lo que estas haciendo (si es que puedes) para atenderlos.
• Si por cualquier razón se rompe o interrumpe la relación/contacto con tu cliente, éste va a quedar en el aire con su hosting y/o dominio, y en la mayoría de los casos -por desconocer al proveedor directo- no va a poder mantener su sitio web al aire, lo que -independientemente de los motivos de la ruptura- no sería para él lo justo, luego de haberte contratado para ello.
• Dependiendo del cliente, puede tocarte tener que explicarle el por qué estás adquiriendo tal o cual plan de hosting, que causa cierto impacto en el presupuesto.

Que el cliente contrate su propio hosting y/o dominio

                PROS

• Te quitas un peso/responsabilidad de encima, al dejar en manos del cliente todo lo relacionado a la manutención y operatividad de estos servicios.
• Le ofreces al cliente independencia, la libertad de escoger no sólo con quien hacer estas contrataciones, sino que no dependa de ti para mantener su sitio activo y disponible, al menos en materia de hosting y dominio.

                CONTRAS

• Vas a depender del criterio de selección del cliente para estos servicios, que en ocasiones puede no ser el adecuado, y te enfrentes a una operatividad mediocre o insuficiente por parte del alojamiento, que ponga en tela de juicio la funcionalidad del sitio que desarrollaste.
• Puedes estar sumándote dolores de cabeza innecesarios, al tener que estar tratando con posibles inconvenientes o insuficiencias técnicas de un proveedor de hosting inadecuado, que tú no elegiste y que posiblemente no te guste.
• Por no ser su área, lo más probable es que el cliente base su selección de proveedor de hosting en criterios como precio, confianza, tradición o simplemente por que le causa buena impresión tal o cual plan de alojamiento, y casi nunca en los requerimientos técnicos reales que tiene el sitio que está desarrollando.
• Si es un cliente que por motivos que sólo él conoce decide cambiarse de proveedor (peor si es regularmente), adivina a quién le va pedir que esté mudando el sitio y se adapte al nuevo servidor.

Finalmente ¡¡¡¿qué decidir?!!!

La decisión final puede estar basada en qué tanto control quieres o necesitas tener sobre el site que le estás desarrollando a tu cliente, si es algo que piensas se hizo y ya no se tocará más, si es una página que va a necesitar de tu continuo mantenimiento; puedes partir de algo tan simple como si el cliente vale o no la pena le cuides el site que le desarrollaste, y creas (o necesites) mantener una relación de larga data con él; igual si ves que su intención es sólo salir a internet a toda costa, mantenerse como se pueda allí, gastando lo mínimo posible….todos estos son factores que al repasarlos con calma, tomándote algo, seguro te harán ver luces en qué te conviene más, si llevarle o no el hosting a tu cliente.